DEFENSA DEL SEÑOR ALEJANDRO A. FLÓREZ
'A
decir verdad, no pensé hacer uso de la palabra en este debate, y para ello
tenía razones poderosas aceptadas hasta por el Cuerpo de la Defensa. Uno de
estos motivos, el más grande quizá consiste en la imposibilidad poder contener
la exaltación á que llegará mi alma al tratar ciertos puntos del proceso, y no
quería, por otra parte, que mañana afirme cierto periodismo que yo he venido
aquí con peroraciones encaminadas á conmover, y no á defenderme; por eso había
hecho intención de guardar silencio; pero hoy una exigencia general, casi
pública, pide que hable, que me deje oír, y voy á hacerlo.
No
esperéis, señores, frases llenas de luz ni grandes pensamientos. No, yo no soy
orador. Voy á haceros simplemente una sencilla narración de los hechos, para
que me juzguéis, pero como carezco del dón de la palabra, mis frases no podrán
tener otra elocuencia distinta á la que surja del sencillo lenguaje de la
verdad.'
Con esas frases empieza la Defensa cuya publicación por azares de la vida heredé y me tomó años transcribir. Es un cuaderno de pasta dura en el que alguien, pudo ser la bisabuela, pegó los recortes que aparecían diariamente en el periódico 'La Voz del Tiempo'.
Debido a esa publicación dicho periódico fue cerrado por orden del Gobierno el 7 de julio de 1893, “inserta en sus columnas escritos contrarios a la moralidad y a las buenas costumbres”. El libro contiene 97 páginas de recortes a 2 columnas y 27 páginas escritas a mano con la continuación de la defensa. Termina con una nota que dice: ‘FIN DE LA PRIMERA PARTE’. No sé si haya una segunda parte, lo que sí hay es otro manuscrito (publicado en este bolg) en el que se explica detalladamente una parte de los acontecimientos y lo que sucedía en la vida política al tiempo que Alejandro se defendía. ¿Quién lo pudo haber escrito? Nunca se sabrá.
No comments:
Post a Comment